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lunes, 2 de mayo de 2011

MUÑEQUITOS DE PLOMO Y CASITAS DE CHAPÓN III (La Nefasta Exposición (II))

En las siguientes fotografías puede apreciarse con más detalle la falta de figuras y de sillas en Calle Larios. Detalles que al Equipo de Eloy jamás se nos hubiese ocurrido poner, ni Eloy nos hubiese permitido semejante cosa, ridícula, grotesca y absolutamente fuera de lugar.




La falta de figuras resulta demasiado evidente lo cual resta credibilidad y verosimilitud a la escena representa.



Un evidente hueco sin sillas inverosímil totalmente si se tiene en cuanta de que en la realidad correspondería a la zona que está justamente enfrente de la Tribuna Central.


También salta a la vista la utilización sistemática de figuras con acusado deterioro procedente de cajas en las cuales estaba referenciada la necesidad de una exhaustiva restauración, pues se trata de figuras que hace bastantes años que no se han utilizado en ninguna exposición o han sufrido algún tipo de desperfectos por caídas. El ejemplo evidente se aprecia en la siguiente fotografía en la cual aparecen unas figuras que se corresponden a un grupo de "batidores" a caballo de la legión, que desfilaban en el cortejo procesional de "Mena" allá por los 80 y que estaban representados en las Miniaturas. Se da la circunstancia que la caja que los contenía, sufrió una caida en uno de los transportes y las figuras se estropearon. Estas figuras no se exponen desde 1989 (la caída de la caja es posterior). Los señores montadores de la exposición del ayuntamiento de Torremolinos, han abierto la caja y no se les ha ocurrido otra cosa mejor que coger los caballos y los jinetes y tal cual estaban, los han colocado sin tener ni tan siquiera la precaución de enderezar algunas partes dobladas, dando nuevamente un espectáculo lamentable que en nada tiene que ver con la autenticidad de las Miniaturas de Eloy.




Los desperfectos son más que evidentes; falta de pintura en las figuras y partes dobladas como la cabeza del primer legionario de la segunda fila, la ausencia de orejas del primer caballo y la utilización de dos figuras de caballos en la fila central que en nada tiene que ver con esta formación. Esos caballos corresponden a otros batidores de otro cuerpo (que evidentemente no voy a decir cual para que los "iluminados" montadores no tomen nota, si quieren saber que se compren un libro ya que saben tanto).


Algo que llama la atención sobremanera, además de la colocación y pegado de figuras, e incluso maquetas de edificios sobre tableros melaminados, antiestéticos y de una inutilidad rotundamente manifiesta, es la ausencia de las aceras de la Calle Carretería, las cuales no han sido sustituidas por nada. Debo destacar que todas las escenas que se han representado durante todos los años en que se han expuesto las Miniaturas, incluidas las tres primeras ediciones de la Feria cofrade, han contado con las aceras pues para eso se hicieron. y no solo eso sino que cada acera fue tallada baldosa a baldosa y bordillo a bordillo y la mayoría de ellas incluían detalles como las tapas de alcantarillas y los registros de cualquier cosa que tuviese una tapadera en el suelo de las calles. ¿Por qué las han suprimido?, seguramente por la inclusión de los tableros en los que se han pegado figuras y maquetas de edificios, lo cual hace inviable la colocación de las aceras y por lo tanto se consigue la supresión de otra de las señas de identidad de las Miniaturas de Eloy ; el cuidado por el detalle hasta su más mínima expresión.





En la fotografía puede verse la falta de acera con las baldosas talladas, los antiestéticos tableros melaminados y la colocación de figuras pegadas que sin duda entorpecerán la consecución de una restauración satisfactoria en el caso de que se vayan a montar las Miniaturas como se debe, lo cual va a propiciar en algunos casos la pérdida irreparable de muchas figuras y de maquetas de edificios en el caso de que estos se hayan pegado a los tableros.


No hay nada como poner a perfectos desconocedores de las Miniaturas a montar exposiciones por puro capricho sin respetar, por puro desconocimiento, ni a las Miniaturas ni a los realizadores de las mismas, condenando la mayor parte de ellas a sucumbir por pura cabezonería y creerse que se sabe hacer de todo. Esto me recuerda a lo que sucedió en la Semana Santa de 2008 cuando se montaron las Miniaturas en una exposición en el Palacio de Congresos de Torremolinos ideada por el sr. director en la cual tampoco pensaban en contar con mis servicios, ya que era una exposición que yo mismo había desaconsejado. Hubo quien se ofreció a montarla, pensando que tanto él como los servicios técnicos del Palacio estaban perfectamente capacitados para hacerlo, total no eran más que maquetas y muñequitos. La ocurrencia vino por parte de quien por entonces dirigía a estos servicios técnicos. Solamente cuando todo el mundo, viendo las barbaridades que estaba haciendo sacando todas las piezas de sus contenedores y esparciéndolas literalmente por el suelo del hall de exposiciones del Palacio, se convencieron de su incapacidad manifiesta para tales menesteres, no dio su brazo a torcer y pidió que me llamaran para montar. Al menos tuvo la decencia de reconocer que no era capaz de montar tal y como había que hacerlo. Ahora estos montadores, seguramente por miedo a poder perder el empleo o a ser duramente sancionados, prefieren hacer estas porquerías antes que reconocer el no estar capacitados para hacerlo.


No os quepa duda que de todas estas barbaridades se pedirán cuentas en el momento oportuno.



Nota: Continúa con el subtítulo: La Nefasta Exposición (III).

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