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martes, 29 de junio de 2010

¿SUGERENCIAS, ADVERTENCIAS, CRÍTICAS O TIRONES DE OREJAS?



Durante los casi ocho años que trabajé codo con codo con Eloy, si hay algo que realmente me alegraba , además de pertenecer a la élite del maqetismo y miniaturismo de toda Málaga, era la fina ironía que entonces gastaba Eloy en cuanto a su manera de "hacer Málaga", Pues además de ser algo bonito, que duda cabe, el hacer esas maquetas y presentarlas, estaba la sutil forma de hacer crítica, siempre constructiva (nunca mejor dicho), a algunos desaguisados que se presenciaban entonces en nuestra querida Málaga, desaguisados que dicho sea de paso siguen produciéndose aun hoy día en muchos puntos de la ciudad y que, desgraciadamente ahora, no hay quien los critique de esa forma tan sutil y fina que tenía y aun tiene Eloy (lo que ocurre es que ahora no se pone a ejercitarla como entonces).

La cosa empezó con la crítica a la construcción propuesta entonces de la segunda torre de la Catedral. Continuando con las "desapariciones" del esperpéntico (Entonces) edificio Pertika en la Plaza de la Merced y de la "manzana de la discordia" de los cines Astoria y Victoria. El primero daba pie a la aparición de la antigua iglesia de la Merced, desaparecida en aras de no se qué intereses, urbanísticos por supuesto, y la otra hacía que en su lugar apareciese una ampliación de la plaza activando su uso popular con un castillo de madera de juegos infantiles, una fuente y un quiosco de música (por cierto, que podía tomar nota el consistorio de todo esto ahora que parece que los edificios de la manzana van a ser demolidos, en lugar de construir otro posible bodrio que restase importancia a la plaza)


"La otra" Plaza de Uncibay

A continuación vino la crítica a la entonces recién remodelada Plaza de Uncibay con ese obelisco horrendo y sin utilidad alguna y como coloquialmente les llamábamos a las estatuas de bronce de la plaza "los cabezones", además del edificio de oficinas de cristales que está donde estaba el singular edificio del Málaga Cinema con su forma de barco. Lo primero fue recuperar este edificio y criticar su desaparición, haciendo figurar en su cartelera una de las obras maestras del cine como es "Lo que el Viento se llevó", pero con la ironía de titularlo; "Lo que el "Tiempo" se llevó" subrayando así la perdida de tan singular edificio. A renglón seguido, el obelisco y "los cabezones" eran sustituidos por una fuente (la de Génova, que entonces estaba en el Parque y que ahora está en la Plaza de la Constitución y que como "fuente itinerante" de Málaga ya había tenido anteriormente otras ubicaciones) y por dos estatuas al uso de personajes de Málaga nada mitológicos (o si, según se mire), como eran Pablo Picasso, que en aquel entonces no contaba con ninguna estatua y el cantaor flamenco apodado "El Piyayo", lo cual le iba a dar a la plaza un sabor malagueño muy propio y adecuado a ese rincón concreto de la ciudad, pero claro, había que poner lo otro en aras de una modernidad mal entendida en el centro. Hoy día, y como los malagueños somos así (no tenemos remedio) la plaza esta aceptada tal cual es.


Vista de la Reconstrucción del Teatro Romano


Pero la Guinda del pastel la puso Eloy en la reconstrucción del Teatro Romano, cuando solo era un sueño, primero fue anticiparse a la demolición de la "Casa de la Incultura" y luego reconstruirlo al completo, pero ahí no acababa la cosa. Sin duda donde estaba la mayor gracia del asunto era en el cartel de presentación de las obras recién terminadas pues con mucha sorna encuadraba la terminación de las obras en la celebración del milenario de la incorporación de Málaga a la Corona de Castilla y la cifra del presupuesto estaba en "Ecus" (Evidentemente en aquel tiempo el Euro no era tal Euro sino una especie de moneda ficticia o fantasma llamada "Ecu" que dicho sea de paso nadie pensaba que llegara jamás y que nos quitaran nuestra Peseta,- nuestra querida y añorada Peseta- ¡Qué tiempos aquellos!). Lo que parece que al final va a cumplirse es lo de la reconstrucción o al menos la finalización de las obras para el referido milenario en el año 2487, pues al paso que van...


Seguramente de continuar con todo esto Eloy hubiese hecho otras buenas críticas (buenas en el sentido de aportar soluciones a lo criticado y soluciones muy del gusto de los ciudadanos) a todos los bodrios y esperpentos que hoy día podemos contemplar en Málaga o los proyectos que se quedaron en el tintero como aquel teleferico proyectado para unir el puerto con Gibralfaro, que, o quedó en el olvido, o no hay presupuesto para hacerlo; o, como el signo político del Ayuntamiento ha cambiado desde entonces, no se hace sin más y ya está.

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