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martes, 22 de junio de 2010

EL GRAN PODER




La actualidad manda y no quisiera dejar pasar el lamentable hecho acaecido en Sevilla y que realmente pone los pelos de punta sin dedicar unas líneas en mi blog.

Como los seguidores del blog sabéis, en el año 1992 Se celebró la Exposición Universal de Sevilla y las Miniaturas de Semana Santa de Eloy Optico fueron llevadas a uno de los lugares que el Pabellón de la Santa Sede tenía fuera del recinto de la Cartuja para ser expuestas. Este lugar era la Llamada "Casa de Hernán Cortés" que durante algunos años había servido como primera "Casa de Hermandad" a la cofradía del Gran Poder de Sevilla. Fue un reto que Eloy aceptó de inmediato y en el cual nos metió mi buen amigo Eduardo Nieto.
Como nuestras Miniaturas se referían exclusivamente a Málaga, Eloy decidió que por cortesía y en atención a nuestros anfitriones deberíamos llevar algo de allí y que mejor que reproducir la salida ,en la "Madrugá" del Jueves Santo de la procesión de Ntro. Padre Jesús del Gran Poder y Nuestra Señora del Mayor Dolor y Traspaso. Dicho y hecho. Desde que nos enteramos de nuestra designación para figurar en dicho Pabellón, no descansamos practicamente ni un momento para que la salida del "Señor de Sevilla" estuviese acabada para entonces, consiguiéndolo con el éxito que todo el mundo sabe.
El tiempo que estuvimos allí, fuimos magníficamente acogidos por la Cofradía y por lo que a mi respecta el trato de casi todos los miembros de la junta fue muy correcto y en ocasiones muy afectuoso, guardando muy buen recuerdo de mi estancia allí.
En este tiempo fui testigo del gran fervor que despierta en el pueblo sevillano y en personas de muchos otros puntos de la geografía española la Impresionante Imagen de Jesús del Gran Poder, la cual tuve muy de cerca durante todo aquel tiempo. Por eso, no puedo por menos que expresar mi indignación por el desagradable acto vandálico realizado el pasado domingo día 20 en el que un (dicen) perturbado, rompió el brazo y la túnica del Señor, además de emprenderla a golpes con la imágen. Me imagino la escena y se me cae el alma a los pies. (Imaginaos que un energumeno la emprende a golpes con el Cautivo, debe ser como para morirse de pena, imaginaos lo que les ha ocurrido al mundo cofrade sevillano). Afortunadamente el loco (?) fue reducido de inmediato y detenido. Esperemos que todo el peso de la ley caiga sobre él o de lo contrario, me temo que íbamos a tener otros "locos" haciéndo de las suyas y campeando a sus anchas atentando contra nuestras imágenes y símbolos religiosos. (Aunque para atentar contra imágenes y símbolos cristianos ya están los del gobierno que nos está tocando padecer, aunque salvando las distancias, al menos de momento, no lo hacen de manera tan contundente, pero al fin y al cabo con sus actitudes anticatólicas atentan contra esa mayoría cristiana y católica de nuestro pais).
A todo esto, acabo de recordar una anecdota que me sucedió en aquel tiempo, precisamente con uno de los encargados del Museo del Gran Poder. Este señor, (lamento no recordar su nombre, aunque creo que era tocallo), había nacido en Málaga pero llevaba en Sevilla desde que tenía unos diez o doce años y recordaba algunas cosas de nuestra Semana Santa. Siempre estaba cerca de nosotros por si necesitábamos algo, al mismo tiempo que iba viendo los diferentes montajes y disfrutando cuando cada escenario y procesión quedaba montada. Estuvo muy pendiente cuando saqué de la caja especial que había preparado para el transporte, la figura del Gran Poder, quedándose sorprendido del parecido con el de verdad, habida cuenta de que la figura no mide más de 11 cm. Incluso se la dejé un momento para que la tuviera en la mano y entonces me hizo un comentario: "- En una figura tan pequeña, como es natural, el cíngulo no será entero de una pieza",- se refería al cordoncillo dorado de apenas 1 mm de grosor que hacía las veces de cíngulo y que pasando alrededor del cuello bajaba hasta la cintura y después de dar varias vueltas se ataba a la imagen y el de verdad es de una sola pieza. Como en ese momento yo andaba atareado colocando algunas cosas de la maqueta de Plaza de San Lorenzo, casi ni le presté atención, así que el hombre volvió a insistir y entonces le contesté que sí, que el cordoncillo era entero de una sola pieza. El hombre, que ya tenía una cierta edad, insistió: "-Es que colocar ese cíngulo tan pequeño en una sola pieza tiene que ser muy difícil, es el de verdad y es difícil de poner". Lo cierto es que el comentario empezaba a molestarme; ya le había dicho que era de una sola pieza, si no se lo creía, era su problema. Pero, lejos de darse por satisfecho volvió a la carga y esta vez lo dijo abiertamente: "-No me puedo creer que esa figura tenga un cíngulo de uno sola pieza, eso es imposible". Intenté olvidarme del comentario y seguir con mi tarea, pero el señor insistía. Harto, con un cabreo cada vez en aumento, le dije otra vez, del mejor modo que pude aunque supongo que debió notarme el enfado: "-Le aseguro que es de una pieza". A lo que me respondió: "-Es imposible". Ya no lo aguanté más, cogí la figura de sus manos y ante su vista, deshice el nudo del cíngulo , quité las vueltas de la cintura y después se lo quité de alrededor del cuello, poniéndole el cordoncillo en sus manos. "-Tenga, ahí puede comprobar que el cíngulo es de una sola pieza". El hombre se quedó boquiabierto, observó el cordoncillo sin hablar pero con una expresión de sorpresa que cuesta describir. Luego se me acercó y estrechándome la mano me dijo: "-Usted perdone por las dudas, pero es la primera vez que veo a alguien quitar un cíngulo de una sola pieza a algo tan pequeño, pensaba que la parte de la cintura era un cordón y que la de alrededor del cuello era otro distinto". "-Pues ya ve que no",- dije ya más calmado. Pero aun quedaba la prueba definitiva. "-¿Sería usted capaz de volver a ponerlo?" , -me dijo. Sonriendo, esta vez, tomé la figura y, después de colocarla en sus manos, procedí a poner nuevamente el cordoncillo en su sitio. "-¡Increíble!,- dijo y añadió el siguiente comentario,- hay quien ha visto ponerlo al Señor muchas veces y no es capaz de ponerlo bien y sin embargo usted lo ha puesto sin dudar ni un momento en como va colocado, ¿y usted nunca ha visto poner el de verdad?"
"-Pues no, nunca lo he visto poner", -contesté.
Desde ese momento me gané la amistad de ese hombre, el cual no dejó de elogiar el trabajo de todos a cada momento.
Sirva esta entrada como señal de desagravio al Señor del Gran Poder y mando un saludo muy afectuoso a todos sus hermanos, pues, aunque este blog está dedicado a algo tan malagueño como nuestras Miniaturas, hay algunos seguidores que no son de aquí.

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