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miércoles, 14 de octubre de 2009

HACE 20 AÑOS

A finales de septiembre de 1989 tuve la fortuna de tropezarme con mi buen amigo Pepe Luis Gea, el cual ya había dejado de ser Hermano Mayor de mi cofradía (El Rescate). No obstante, él trabajaba en Eloy Óptico y me comentó que Eloy andaba buscando gente con ciertas habilidades manuales para terminar de configurar un equipo que ya se encontraba trabajando en nuevas maquetas para la Semana Santa en Miniatura, pues Roland se había marchado y con el personal de talleres de la óptica no era posible configurar un equipo con la capacidad suficiente para llevar a cabo los proyectos que Eloy tenía en mente. Pepe, conocía en parte mis habilidades pues el Belén de la Cofradía lo había montado yo el año anterior en la Capilla de Calle Agua y sabía de mi afición por hacer figuras de plastilina y otros materiales.

Una tarde fui a hablar con Eloy y de resultas de la entrevista, acordamos que empezaría a trabajar el lunes de la semana siguiente día 2 de octubre. En principio acordamos que sería solo por las tardes, mientras yo acababa un curso que entonces estaba haciendo y mi pertenencia al Equipo sería como para reforzar la plantilla hasta la siguiente exposición.

Para Semana Santa, se iba a inaugurar la maqueta de la Plaza de la Merced y mi primera labor consistió en hacer una puerta para el edificio de la casa natal de Picasso. Fue Antonio Henares el que me dio la puerta ya cortada, a la que había que sacar los relieves que estaban marcados con lápiz en la pieza. El me indicó como hacerlo con una cuchilla y, la verdad, lo vi fácil. Había subestimado la maestría en la materia del amigo Antoñito, pues cuando me dispuse a utilizar la cuchilla, casi me cargo la puertecita y de paso mi propia mano. Lo cual quería decir que tan fácil no era, tuve que poner todo mi cuidado en hacerla. Cuando acabé, se la dí, había tardado más de la cuenta y, a pesar que Antonio había dicho que estaba bien, después supe que él tuvo que retocarla para que pareciese lo que tenía que parecer.

Mi siguiente labor fue colocar una especie de cuadraditos que hay en relieve bajo la cornisa superior del edificio que antes he mencionado y que estaban ya cortados en madera, cada uno venía a tener unos 3 mm de lado y apenas 1,5 mm de grosor. Para hacerlo me ayudé de unas pinzas curvas, idénticas a las utilizadas por los cirujanos, cola blanca con dosificador, el plano que hábilmente trazara Antonio G. Infante (Director Técnico), a la escala y, por supuesto las fotografías que tomadas de la realidad nos servían de referencia gráfica en nuestro trabajo. Afortunadamente al haber estado familiarizado durante mucho tiempo en la creación y modificación de figuritas de la escala 1:72, el manejo y colocación de piezas pequñísimas, para mi no suponía ningún esfuerzo, por lo que al terminar este trabajo fui felicitado por los que a partir de entonces serían mis compañeros.



Por aquel entonces el Equipo estaba compuesto por Antonio G. Infante como Director Técnico, José Escalona (Carpintero), Antonio J. Henares (Maquetista), Fernando López Pascual (Pintor),


José Torres (Carpintero-ebanista), Jesús (Maquetista) y los compañeros del taller de óptica Javier Sordo y Pedro Millán, este último especializado en iluminación y algunos mecanismos. En el mes de noviembre, Jesús (no recuerdo sus apellidos), se marchó y fue sustituido por Mariano F. Hurtado, bastante hábil en Marquetería.



Aquel Equipo, junto a algunos refuerzos y colaboradores como Antonio y Javier García Asnedo, seríamos los artífices de la Plaza de la Merced, maqueta que marcó un antes y un después en las Miniaturas de Eloy Óptico. Pues fueron los primeros edificios que respetaron escrupulosamente la escala y se ciñeron tanto individualmente como en el conjunto total de la maqueta a la realidad del entorno representado, además fue la primera maqueta que empezó a tener piezas en movimeinto mostrando así parte del pasado y también la visión particular de Eloy, lo que fue seña de identidad de todas las que fueron representándose desde entonces.




El Equipo de la Plaza de la Merced. (de izq. a dcha.: José Escalona, Mariano F. Hurtado, Enrique Godino, Fernando López, Antonio García, Antonio J. Henares, Javier Sordo y Javier García. Año 1989 (Fotografía del diario Sur del 29 de Diciembre)



Aquella colaboración que yo iba a tener solo hasta la Semana Santa del 1990, se convirtió en una relación laboral que duró hasta la desaparición de las exposiciones en 1995 y que continuó un par de años más al formar parte del equipo de la óptica de calle Nueva.

Afortunadamente aquellos años me han permitido hoy día poder continuar trabajando en las minituras, ahora mismo en su restauración y más adelante, probablemente en su ampliación.

Notas:

- La segunda parte de Feria Cofrade saldrá en una próxima entrada.
-Con tanto ajetreo se me olvidaba dar la bienvenida al nuevo seguidor "Mortadelo". Ya son siete (como esa "magnífica" película que dicho sea de paso núnca me canso de ver y que se ha convertido para mi en un referente en mi vida, sobre todo algunas frases de la misma que parecen no tener importancia pero cuando ya las has oido muchas veces encierran muchas verdades me refiero a "Los Siete Magníficos". Merece la pena verla con detenimiento y analizar muchas de las cosas que se dicen en ella)

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