No, no es que al igual que algunos grandes almacenes me esté anticipando a la Navidad. Nada de eso. Con el título me refiero al "artilugio" con el que se hacían sonar las campanas de la Catedral en las miniaturas y que este año, después de que enmudecieran hacía ya 13 años, he recuperado para la Feria cofrade.
El artilugio en cuestión no es nada de alta tecnología. Me diréis, ¿que alta tecnología había allá por el año 1988 que fue cuando el susodicho aparato se inventó?
No hace falta pensar mucho..., bueno, quizás un poco sí.
Pero pongámonos en antecedentes. Cuando en 1988 Rolan Noverraz y sus ayudantes del taller de la óptica, construían la totalidad de la Catedral y de sus alrededores; Eloy, como siempre, tuvo la genial idea de proponer que las campanas sonasen. Pero ¿Cómo?, ¿Dónde se iba a fundir el metal de las campanas? y además, ¿que clase de enano, gnomo o hobbit se iba a encargar de tocarlas?
La cosa tenía garcia además de una solución muy simple.
Las Campanas tenía que sonar como las de la Catedral. Eso era evidente. Pues entonces se optó por lo más simple. Se grabarían las campanadas en cinta magnetofónica (una cinta de casette).
Las campanadas debían ilustrar sonoramente la escena del acto que tiene la cofradía de "Los Estudiantes" en la plaza del obispo cuando el responsable de la diócesis les dirige unas palabras en la noche del Lunes Santo. Por aquel entonces el acto (1988), solía ocurrir alrededor de las doce de la noche. Por tanto se grabaron las doce campanadas del reloj con sus correspondientes cuartos que las precedían. Para reproducirlas se consiguió un radiocasette de coche el cual oculto bajo la mesa donde descansaba la maqueta reproduciría las campanadas y el sonido saldría por un altavoz situado en el interior de la torre. La frecuencia del toque de las capanas sería a intervalos de 53 segundos en una cinta de reproducción continua en un radio casette reversible.
Hoy día , cualquier sistema mp3 o mp4 resolvería el asunto rápidamente y con una calidad sonora grandiosa. Pero por la idea romántica de recuperar aquel antiguo sistema fue por lo que, al encontrar el viejo radiocasette lleno de polvo en el fondo de una caja y la cinta original me decidí a tratar de recuperarlo. La verdad es que no pensaba que pudiera arreglarlo, pero, después de una limpieza a fondo y de conectar el destartalado altavoz que aún estaba en el interior de a torre, el sonido de arrastre de la cinta me delató que estaba a punto de producirse el milagro: Habían transcurrido 13 años y la Catedral de la Semana Santa en Miniatura volvía a tener sus campanas.
Lo que no deja de hacerme gracia es que en la ultima Feria Cofrade cuando sonaban las campanas y el público se sorprendía como si se tratase de algo fantástico, al igual que lo hizo durante los siete años que estuvieron funcionando en la sala de exposiciones de Calle Trinidad Grund número 15.
Esta idea del radiocasette, fue utilizada también para las campanas del Ayuntamiento, el rotor del hélicoptero de la Policía Nacional (que como algunos recordareis estaba en un improvisado helipuerto sobre la Aduana) y las marchas que interpretaban las bandas de música. Todo ello contribuía a la ambientación sonora de las miniaturas constituyendo otro de sus muchos atractivos.
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