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miércoles, 16 de septiembre de 2009

"UN VIEJO AMIGO". EL VIOLONCELLO DEL ESCAPARATE

Entre la infinidad de figuritas y detalles que durante los años en los que pertenecí al Equipo de Maquetistas de Eloy Óptico hice, hay algunos que recuerdo con especial cariño y que al volver a reencontrarlos sientes esa emoción parecida a cuando te reencuentras con un viejo amigo al que hace años que no ves.


En mis comienzos fueron esas casi 150 palomas de la Plaza de la Merced de las que hoy apenas si quedaran 5 ó 6, algún gato o las antenas de televisión. Pero principalmente recuerdo con un cariño especial el primer instrumento musical que creé para el escaparate del establecimiento de "La Casa de la Música" en calle Carretería. Junto a él hay otros, pero quizás porque fue el primero, o por mi especial predilección por la música clásica, o porque con él empecé ha hacer eso del "más difícil todavía". Aun hoy me emociona que siga desafiando el tiempo, el polvo y los ácaros, los golpes y vibraciones de cada montaje y desmontaje, permaneciéndo impasible, impertérrito tras el cristal del escaparate de "La Casa de la Música".



Me refiero a un violoncello que cuenta ya con la friolera de 15 años y está tal cual lo coloqué, a pesar de estar hecho con un material aparentemente ligero y frágil. Pero mejor será que cuente la historia de este instrumento y del por qué este y no otro fue el primero que hice.


Fue en 1994 cuando Eloy decidió hacer su particular homenaje a la Legión española poniéndo la procesión de Mena Pasando por Carretería y la "Tribuna de los Pobres", para lo que había decidido invitar al, entonces, Coronel (hoy General de División) Zorzo, Jefe de la Agrupación Málaga, primer contingente del ejercito español destinado en Bosnia.


Uno de los comercios destacado de dicha calle era y es, "La Casa de la Música", establecimiento dedicado a la venta de instrumentos músicales, partituras, etc.; todo relacionado con la, para muchos (entre los que me incluyo), más sublime de las artes, la Música.


El reto estaba en hacer el escaparate de dicho comercio. En un primer momento se habló de colocar una fotografía o dibujo de instrumentos musicales y colocarlo tras el escaparate, simulando lo que se ofrecía a los clientes, sin embargo, había precedentes que hacían descartar esa posibilidad, sobre todo por lo "currados" que habían estado en los dos años anteriores los escaparates de La Plaza de la Merced y de la plaza de Uncibay, en los cuales, todas las figuras, y productos estaban realizados uno a uno y respetando hasta el más mínimo detalle, incluso en la misma calle estaba el cuidadísimo escaparte de la "Armería Aguirre" en la que estaban recogidos casi todos los detalles, también hechos uno a uno. De manera que me tocó realizar los instrumentos al igual que me habían tocado hacer los detalles de todos los escaparates precedentes.


La idea para comenzar me vino rápido, debía hacer un instrumento de buenas dimensiones, pero que no tapase el resto, que sin duda debían de ir acompañando a este primero. Debido a mi afición a la música clásica, especialmente la antigua y barroca, estaba por entonces coleccionando una obra bastante buena en fasículos y CDs (es probable que sea una de las pocas personas que suele empezar este tipo de colecciones y acabarlas), dedicados precisamente a este tipo de música y para entonces, me llegó la entrega de las Suites para Viloncello de Johannes Sebastian Bach (BWV:1007 a 1012), así que, ¡Manos a la obra! El violoncello empezó a tomar forma sacado de un trocito de madera de balsa (madera muy ligera utilizada en modelismo naval y aeromodelismo) que corté con una cuchilla y fui dandole forma con un par de limas de relojero y lija al agua de grano fino. Luego vino ponerle las clavijas del clavijero, lo cual hice con las cabezas de unas puntillas diminutas, aun más pequeñas que la cabeza de un alfiler y el puente pegado tambien hecho con madera de balsa y el arco. Pero entonces, y para rizar el rizo y hacer eso que comentaba antes del "más dificil todavía", encontré una bobina de hilo finísimo con el cual realicé las cuerdas. Aun recuerdo el enorme trabajo que supuso para mí el colocar esas cuatro cuerdas y los dolores de brazos por la tensión acumulada mientras las colocaba con ayuda de unas pinzas y del insustituible pegamento de cianocrilato. El puntero (varilla que sale por debajo del instrumento y que sirve para apoyarlo en el suelo) lo hice con un alfiler al que quité la cabeza. Y, ya estaba listo para que unos hipotéticos Rostropovich, Pau Casals, Lluis Claret, Yo-Yo Ma o la malograda Jacqueline Dupré (esposa de Daniel Baremboin) en miniatura interpretasen páginas destinadas o adaptadas para este instrumentos tan bellas como por ejemplo: las suites mencionadas de Bach, Los conciertos de Vivaldi para dicho instrumento, el concierto de Edward Elgar (maravillosamente interpretado en su día por la desaparecida y ya mencionada Jacqueline Dupré) o el villancico "El Cants dels ocells" (El canto de los pájaros), popularizado por Casals o tambien la versión para dos pianos y viloncello de "El Cisne" de "El Carnaval de los Animales" de Camile Sain-Saints . O más recientemente el magnífico comienzo (apenas unos conpases iniciales), del momento titulado "Cyrano's Declaration" de la banda sonora de la Pelicula "Cyrano de Bergerac" compuesta por Jean Claude Pettit (una maravilla).


El violoncello, (a decir de los expertos es el instrumento cuya sonoridad es más parecida a la voz humana, para mi es el único capaz de quejarse o suspirar), causo furor entre mis compañeros y el propio Eloy, así que me animaron a seguir realizando otros instrumentos. Después surgieron un Oboe (mi instrumento favorito), una flauta de pico de madera, un fagot, un violín, una corneta y una trompeta larga de corte medieval, así como un atril con una partitura y su correspondiente batuta. La partitura, aunque es dificil de ver a través del escaparate, simula ser La partitura de la inmortal obra de Bach "La Pasión Según San Mateo" (BWV 244) (Por cierto, ¿alguien se ha dado cuenta que tengo especial debilidad por la música del "Kantor de Leipzig"?).

Con el tiempo, he podido apreciar que el instrumento, al estar hecho de memoria, (para hacerlo no utilicé ni fotografías ni dibujos, ni grabados, ni nada de nada, confié en mi memoria; de algo tenía que servirme el haber asistido durante mis años de estudiante a los conciertos que ofrecía la Orquesta Sinfónica de Málaga todos los viernes en el conservatorio Eduardo Ocón en el Ejido, y me sentaba precisamente delante de los violoncellos; entonces el Cervantes estaba pendiente de restauración y remodelación y no había más conservatorio que ese, afortunadamente hoy, hay otros conservatorios de música en la ciudad y se ha recuperado el Cervantes como escenario para Óperas y Conciertos), es como un híbrido entre un viloncello y una viola "da gamba" (de piernas). Quizás el lapsus fuese por mi especial predilección por la música barroca, pues a decir de algunos expertos, la viola da gamba fue precursora del violoncello aunque en cierto periodo de tiempo ambos instrumentos convivieron perfectamente como se aprecia en algún movimiento de los conciertos de Brandemburgo de Bach. Por cierto y siguiendo con Bach y con estos instrumentos además de con la Obra de la que imité la partitura "La Pasión según San Mateo". Recomiendo especialmente el Aria de Bajo nº21 "Komm süsses kreuz" (Ven dulce Cruz) La cual comienza con un solo maravilloso del instrumento y establece un diálogo con la voz del bajo, acabando nuevamente con el magnífico solo en el "da capo" final, apoyado únicamente por el continuo (una auténtica maravilla).




Escaparate de "La Casa de la Música" en Calle Carretería. El instrumento está en el escaparate de la izquierda (Fotografía de Erique Godino Aguilar. 2009)


Por cierto y para los amantes de los datos, decir que el violoncello mide 46 milímetros contando el puntero, está hecho de madera de balsa, las clavijas son cabezas de puntillas y las cuerdas son de hilo, el arco también es de madera de balsa y el puntero es un alfiler, el arco es también de madera de balsa y las crines del mismo son de otro tipo de hilo desflecado y tensado sobre el mismo arco; está pintado con acrilicos y los oidos o efes, no son tallados sino pintados ( a ese tamaño tallar o cortar las efes es practicamente imposible, se puede hacer pero lleva muchísimo tiempo y un pequeño fallo puede destrozar todo el trabajo).




Detalle del escaparate (Fotografía de E. Godino Agiular 2009)




Violoncello en detalle. La fotografía pertenece a una réplica del instrumento realizada al mismo tamaño del original y hecho de la misma manera y con los mismos materiales a excepción de las cuerdas que están hechas con hilo de cobre aun más fino que las del instrumento original (fotografía de E. Godino Aguilar 2009) La replica ha sido hecha para que puedan apreciarse los detalles con más facilidad.




Es posible que a alguno de vosotros tanto dato acerca de música clásica le resulte pesado, pero, es una de mis pasiones ademas de "mis" Miniaturas. Y, la verdad es que quería dedicar una entrada a "mi querido amigo" el violoncello de la "Casa de la Música".


Os resultará raro que gustándome tanto la música no haya acompañando a las entradas de este blog. Fácil, hay algunas razones: una, que, a alguno de vosotros, probablemente, no le haga gracia encontrar cierto tipo de música acompañando estas líneas. Otra, es por si la S.G.A.E. tiene algo que decir (mejor dicho que cobrar), al respecto de la música que ponga aquí. Y la principal es que no soy tan experto en esto de los blogs o de internet como para saber como se pone música en un blog (reconozco mi ignorancia al respecto).


De todas formas, dedico esta entrada a todos aquellos que consagran su vida de un modo u otro a la música por todo lo que tiene de sacrificado (estudios, ensayos, etc. normalmente en horario de tarde noche y quitando tiempo libre), y porque no todo el mundo entiende ese sacrificio y por lo incomprendidos que en ocasiones pueden llegar a ser los que sienten (sentimos) algo especial por la música clásica. En cierto modo guarda cierta similitud con los que nos dedicamos a esto de la miniaturas: la mayoría de las veces incomprendidos, poco valorados o calificados como algo tocados o si no rematadamente locos (bendita locura). Conste que en mi juventud quise haber seguido estudios musicales, pero no pudo ser, quizás por eso me dediqué a esto de las miniaturas (je, je ; alguna "locura" artística tenía que ser).

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