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martes, 1 de septiembre de 2009

¿APRENDIENDO EL OFICIO?

Desde la antigüedad mas antigua entre los antiguos, los oficios, especialmente los derivados de las bellas artes, fueron transmitidos de generación en generación. Es decir, los hijos aprendieron siempre, salvo algunas excepciones el oficio de los padres. Cuando no era así, el maestro creaba su escuela y transmitía sus conocimientos a sus discípulos. De estos surgía un nuevo maestro que se encargaba nuevamente de transmitir esos conocimientos a la siguiente generación y así sucesivamente.
Esta vez y por su propia decisión, (yo siempre he procurado y procuraré que mis hijos tengan su propio criterio a la hora de decidir que tienen o quieren hacer, claro está, con el asesoramiento de su madre y mio), mi hijo mayor, Enrique, se ha decidido a echarme una mano en mis tareas de restauración y montaje de las Miniaturas, lo cual es de agradecer, primero porque me está prestando una ayuda inestimable en las horas en que no están los miembros del servicio técnico del Palacio de Congresos que son los que habitualmente me ayudan en el transporte y montaje de algunas cosas especialmente pesadas. Mi hijo, se ha dedicado más que nada al trabajo fino y a aprender este, digamos, simpático y paciente oficio de las miniaturas. Su principal motivación ha sido el especial cariño que tiene por las Cofradías de Málaga y por todo lo que tiene que ver con el mundo cofrade en general, al que dedica buena parte de su tiempo libre, y , como no, el estar conmigo aprendiendo algo entretenido y compartiendo trabajo, afición y, eso que tanto falta en la sociedad actual como es es diálogo padre e hijo, siempre beneficioso para las dos partes.

No creo que él vaya a dedicarse profesionalmente a estos menesteres, pero en todo caso, espero haber favorecido, su capacidad de concentración, su disposición para trabajar, sus dotes organizativas, el cultivo de buenas dosis de paciencia y autocontrol (a veces es muy fácil perder los nervios cuando una pieza muy pequeña no termina de encajar en su sitio) y la coordinación del trabajo en equipo. Todo esto le vendrá muy bien en el próximo curso para sus estudios y sus relaciones personales pues estoy convencido de que sabrá aprovecharlo en su beneficio.
De momento yo estoy encantado con que me esté ayudando y aprendiendo que nunca esta de más el tener otros conocimientos distintos a los académicos.


Arreglos del tejado de una casa de Calle Carretería

Pintura de la fachada del Palacio Episcopal




Pintura de un peto de una casa de Calle Carretería

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