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jueves, 20 de mayo de 2010

DOS REGALOS

Vamos, por esta vez a dejar aparcado un poco el tema de lo ocurrido con las Miniaturas en Torremolinos y me voy a ir un poco al terreno personal, más que nada para desintoxicar un poco al personal de tanta barbaridad cometida contra las Miniaturas pues no saben realmente lo que tienen y lo que están dejando escapar.

Hace unos días fue la Primera comunión de mi hijo menor y se me ocurrió hacerle un regalo tal y como le hice al mayor en su día. Esta vez, aunque me encontraba un poco bajo de forma en el terreno artístico (no siempre se tiene la misma inspiración para hacer lo que uno quiere hacer) debido a los acontecimiento referidos a las Miniaturas, pensé enfrentarme a un nuevo reto, hacer una figura que representase al Cristo que más le gusta a mi hijo y como es natural, mi hijo es devoto del Señor del Rescate, que en cierto modo es la cofradía familiar desde los tiempos en que mi abuelo Paco trabajaba allá por el cuarentaitantos en un ultramarinos de la Calle Lagunillas. Puesto manos a la obra, me propuse realizarlo igual que hacía siete años atrás había realizado para mi hijo mayor el Cristo de las Penas de Salesianos, pues como alumno salesiano le tiene especial devoción. Utilicé pasta de modelar de endurecimiento al aire con la particularidad que una vez endurecida y seca se puede esculpir, lijar o cortar sin ninguna dificultad, además, admite perfectamente el uso de pintura acrílica bien directamente sobre la misma o después de aplicar un tapaporos al uso. Ciertamente, para realizar una buena miniatura, hay que tener una exhaustiva documentación fotográfica de la pieza a realizar. en el caso de el Rescate, no me han hacho falta muchas fotografías pues afortunadamente tuve años atrás una muy buena época en la cual estaba muy cerca de la imagen casi a diario por lo que sus rasgos y características no me son desconocidos. Para cuando hice el Cristo de las Penas si me hizo falta proveerme de una buena documentación en imágenes, además eran otros tiempos y la información sobre la imagen era más difícil de obtener pues aun no teníamos internet en casa.


Ambas figuras están en una escala mayor a las de mis queridas Miniaturas de Eloy. Ambas figuras tiene un tamaño de 150 mm, con las diferencias que marcan cada una, es decir, el Cristo de Salesianos es un Crucificado y el Rescate un Nazareno, por lo que el primero va sobre la cruz y el segundo sobre una peana. Tengo que hacer la salvedad de que ambas figuras no son de sobre mesa sino que van integradas sobre un fondo de terciopelo y dentro de un marco al uso pues van colgadas a la pared (de esta manera se evitan accidentes pues no es fácil que caigan al suelo como si son de sobremesa).

En ambos casos, las figuras no tienen una estructura interna (Esqueleto), de alambre como suele hacerse, normalmente en figuras de crucificados, se trata de una técnica propia que suprime esta estructura dándole no obstante la misma solidez que si la tuviera. esta técnica evita en caso de rotura de algún miembro de la figura (brazo o pierna) el que al arreglarlo o restaurarlo dicho miembro no sufra una variación postural pues el alambre interno es difícil de dejarlo en la misma posición que ocupaba al principio. La pintura y policromía de las dos figuras ha sido realizada en colores acrílicos, procediendo después a darle un barniz de protección especial para este tipo de pintura. El Barniz que he empleado en las dos figuras es satinado, sin embargo, y esto es un truco para todos los que os dedicais a hacer figuras, a los ojos se la han aplicado pinceladas de barniz brillo para darle más viveza.
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Estas son las figuras , con la tecnología de la cámara empleada, no se han podido obtener muchos detalles en las mismas, pero se pueden apreciar algunos, además del parecido con el original, aunque, eso sí, no suelo hacer copias perfectas, siempre tienen algo propio, digamos que es como un sello personal. Cuando era pequeño y estaba en el colegio en la clase de plástica, cuando dibujábamos, el profesor D. Luis González Pérez de 3º de E.G.B. de los Maristas, siempre nos decía que a la hora de copiar un dibujo o una pintura nunca la hiciéramos tal cual, que siempre le pusiéramos algo nuestro y eso es algo que me ha quedado por lo cual siempre procuro poner algo mio en las cosas que copio, que por cierto, no es frecuente que haga copias.

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